Vivamos con alegría ese mandato de Jesús, esa meta, ese reto. Amar como Él, con su estilo, con sus ganas, con su entrega, con su alegría. Que nuestra vida sea sombra de la alegría, del amor del Señor. Que nos parezcamos a Él, que dibujemos con nuestro ejemplo su manera de transmitir el perdón, la paz, en definitiva, la alegría del corazón.
Jesús, en cada uno de nosotros, nos mueve a amar. Es la única tarea que tenemos por delante. Ojalá no la dejemos pendiente: imitar a Jesús en su amor a Dios y a los hermanos.
Dibu: Patxi Velasco FANO
Texto: Fernando Cordero sscc
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