Terminamos el mes de mayo con la bella oración que escribió san Francisco de Asís en honor a la Santísima Virgen María saludándola así : «Salve, Señora, santa Reina, santa Madre de Dios, María.»
Francisco presenta a María, como la Madre de Dios y el hogar perfecto de la Trinidad. En María se realiza en plenitud, el modelo de creyente y la imagen perfecta de la iglesia, por eso la llama: «Mujer hecha Iglesia.»
Sigamos el ejemplo de san Francisco, y amemos y veneremos a la Madre de Dios, con nuestros labios y con nuestro corazón.
SALUDO DE SAN FRANCISCO A LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA
¡Salve, Señora, santa Reina,
santa Madre de Dios, María,
virgen hecha iglesia,
elegida por el santísimo Padre del cielo,
consagrada por él con su santísimo Hijo amado
y el Espíritu Santo Defensor,
en ti estuvo y está toda la plenitud de la gracia y todo bien!
¡Salve, palacio de Dios!
¡Salve, tabernáculo suyo!
¡Salve, casa suya!
¡Salve, vestidura suya!
¡Salve, esclava suya!
¡Salve, Madre suya!
santa Madre de Dios, María,
virgen hecha iglesia,
elegida por el santísimo Padre del cielo,
consagrada por él con su santísimo Hijo amado
y el Espíritu Santo Defensor,
en ti estuvo y está toda la plenitud de la gracia y todo bien!
¡Salve, palacio de Dios!
¡Salve, tabernáculo suyo!
¡Salve, casa suya!
¡Salve, vestidura suya!
¡Salve, esclava suya!
¡Salve, Madre suya!
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